En un mundo donde la moda cambia más rápido que las estaciones, la última tendencia que ha llegado para quedarse (o al menos hasta que llegue la siguiente gran cosa) es la dieta vegetariana/vegana.
La nueva generación de “herbívoros con estilo” está dejando a un lado la proteína animal y abrazando verduras, legumbres y todo lo que sea verde, excepto el que se gastan en productos veganos de moda.
Para descubrirlo, nos aventuramos en un viaje al futuro (un futuro sin sabor, por supuesto) para explorar las maravillas y desafíos de un mundo sin carne.
En este nuevo mundo vegano, las parrillas se han convertido en reliquias del pasado, reemplazadas por parrillas de tofu donde se cocina “tofu asado a la parrilla con sabor a carne” (sí, existe y sí, es tan decepcionante como suena).
La moda de las zanahorias de diseñador: En este utópico mundo sin carne, las zanahorias se han convertido en las nuevas estrellas de la moda. ¡No hay nada como llevar una zanahoria de diseñador para mostrar que eres una persona consciente y a la moda!
Los gimnasios sin pesas: La extinción de la carne también ha llevado al declive de las pesas en los gimnasios. Los levantadores de pesas han sido reemplazados por entusiastas de la calistenia que realizan rutinas interminables de flexiones y sentadillas, asegurando que sus músculos sigan siendo tan fuertes como siempre, pero sin un solo gramo de proteína animal.
¿Y qué pasa con las vacas?: Con la humanidad renunciando a la carne, las vacas han experimentado una revolución. Las granjas ganaderas se han convertido en santuarios de retiro para animales, y los agricultores se han reinventado como cuidadores de animales jubilados.
Pero, ¿qué ventajas y consecuencias nos depara este nuevo capítulo dietético?
En este nuevo mundo sin carne, todos seremos inmortales y nos desplazaremos por la vida con la agilidad de una manada de conejos.
– Clima a la carta: Al renunciar a la carne, estamos salvando al planeta, al menos eso es lo que nos dicen los defensores de la dieta verde.
– Vacaciones en la Granja: Ahora que las granjas ganaderas han cerrado, podemos convertirlas en destinos turísticos de moda. Imaginen unas vacaciones relajantes en una granja con yoga al atardecer y sesiones de meditación con las vacas.
– El apocalipsis de las parrillas: Seamos realistas, ¿qué será de nuestras parrillas sin hamburguesas jugosas y costillas bien sazonadas?
– Crisis de identidad en los gimnasios: Con la pérdida de la carne, los gimnasios han perdido su esencia.
En conclusión, un mundo sin carne puede sonar tentador para algunos, pero el precio a pagar es alto. ¡La moda vegana ha llegado para quedarse, aunque nos quede un regusto a tofu en la boca!
Pero hey, al menos ahora podemos fardar de nuestras zanahorias de diseñador mientras hacemos yoga con las vacas en la granja local.