Parece un chiste, pero no lo es: bienvenidos al maravilloso mundo de la evasión fiscal, donde el dinero fluye libremente y la patria (que hay que empezar a diferenciar patriotas de tontos) queda en segundo plano.
En España, la presión fiscal ha llegado a un nivel sin precedentes, y los ciudadanos están empezando a buscar alternativas más atractivas para sus bolsillos. ¿El destino preferido? Portugal, nuestro vecino ibérico, que ofrece unas condiciones fiscales muy atractivas para aquellos que buscan pagar menos impuestos.
Por supuesto, gran parte de la culpa la tiene el Gobierno de Pedro Sánchez y su obsesión con aumentar la recaudación de impuestos. Con medidas como el impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas, los contribuyentes españoles se han sentido cada vez más asfixiados, y no es de extrañar que busquen alternativas para ahorrar “unos eurillos”.
Ahora, provocado por este desazón e insatisfacción fiscal, la Agencia Tributaria parece empeñada en hacerles la vida imposible a aquellos que deciden mudarse a Portugal y acogerse al régimen de residente no habitual.
Pero no todo son malas noticias, aunque la Agencia Tributaria está vigilando de cerca a aquellos que se mudan a Portugal en busca de una vida más adsequible, siempre hay formas de burlar al sistema. Claro que todo esto es un poco inmoral o, si no se hace cumpliendo las reglas, ilegal, pero ¿qué más da? ¿Acaso el Estado español se preocupa por los intereses de sus ciudadanos? ¡Qué va! Lo importante es que cada uno mire por sus intereses y haga lo que pueda para ahorrar unos euros. Después de todo, saldrán a hacer demagogia con frases como “¿quién necesita hospitales, escuelas y carreteras cuando puedes tener una cuenta bancaria en Portugal?” pero luego vemos los presupuestos, el estado de la sanidad, de la educación y las carreteras… y no encontramos justificación alguna. ¿Cómo le puedes pedir a un ciudadano que de “done” una gran parte de sus ingresos cuando luego tu haces con ellos lo que te da la real gana (ya no solo mala gestión, sino también evasión, fraude, robo…).
En resumen, si quieres evadir impuestos, Portugal es tu destino ideal. Y si la Agencia Tributaria intenta poner trabas a tus planes, siempre puedes recurrir a la creatividad y buscar formas de burlar al sistema. Al fin y al cabo… sálvese quién pueda ¿no?