Si pensabas que tener un trabajo te alejaba de la pobreza, piénsalo de nuevo. Según el último informe de la Red Española de Lucha contra la Pobreza, un 26% de la población española, es decir, más de 12,3 millones de personas, se encuentra en riesgo de exclusión social. Para ponerlo en perspectiva, eso es casi como si toda la población de Portugal estuviera al borde del precipicio económico.
Ahora, no todo es oscuro en este panorama. Si comparamos los datos de 2022 con los del año anterior, 580.000 personas han logrado salir de la pobreza. Eso, sumado a otros 800.000 que abandonaron el riesgo de exclusión, nos da una cifra esperanzadora de 1,38 millones de personas que han logrado mejorar su situación. Pero, ¿qué pasa con los que siguen al margen?
El problema radica en que, incluso teniendo empleo, el salario no es suficiente para vivir. El gasto en vivienda, la inflación y la falta de apoyo a las familias son los villanos en esta historia. Imagina trabajar día tras día y, aún así, sentir que estás nadando contra la corriente, sin lograr avanzar. El espejismo del empleo no es suficiente para alejar el fantasma de la exclusión.