Sánchez se afronta a su legislatura más débil. Los socios de la investidura y legislatura han advertido que no será un Gobierno fácil, “El PSOE escribe los acuerdos con tinta invisible”.
Por otro lado, el PNV ha declarado que todas las votaciones se tendrán que negociar cada semana, recalca que es una forma de control y no una amenaza. Desde Junts, declaran que la legislatura dependerá del grado de cumplimiento de la palabra de Sánchez.
Sánchez afronta la primera sesión de investidura, garantizando el apoyo de los independentistas catalanes de Junts y ERC y la tranquilidad de los 179 votos con los que cuenta para la primera votación del jueves.
Ante las protestas en contra de la amnistía de estos últimos días, el congreso se ha blindado con más de 1.600 agentes para evitar altercados. Sánchez ha entrado al congreso por unas de las puertas de atrás, donde los ciudadanos no tienen acceso. ¿Prevención o miedo?