En un giro digno de un culebrón argentino, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha decidido convertir la política internacional en un partido de tenis de alto voltaje. En una demostración más de su peculiar estilo, Milei afirmó con una sonrisa de ganador: “Lo tengo ‘match point’ a Pedrito”, refiriéndose al presidente español Pedro Sánchez. Esta declaración se suma a la ya surrealista trama diplomática entre Argentina y España, originada por los floridos comentarios de Milei sobre el jefe del gobierno español.
En una charla sobre su revolucionario (léase: caótico) plan de ‘dolarización endógena’, Milei hizo un paralelismo insólito entre él mismo y ‘El Zorro’, calificando al personaje de la televisión como un “anarcocapitalista fabuloso”. Entre carcajadas y aplausos de sus seguidores, Milei comentó: “El Zorro tenía dos tipos de enemigos: Monasterio y sus soldados, o el Estado. Digamos que les sacaba los recursos para llevarlos a España… justo hoy menciono a España. Igual ya lo tengo ‘match point’ a Pedrito, pese a lo que diga la progresía mediática”.
Las relaciones entre Argentina y España han estado más tensas que cuerda de violín desde que el pasado domingo, en un acto en Madrid organizado por Vox (ese grupo que hace que Donald Trump parezca moderado), Milei llamó “calaña” a Sánchez y tildó de “corrupta” a su esposa, Begoña Gómez. En respuesta a estos encantadores cumplidos, el gobierno español ha decidido retirar definitivamente a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso, seguramente para evitar que le salpiquen más pelotazos verbales de Milei.
Pero Milei, en lugar de ofrecer disculpas o al menos fingir arrepentimiento, ha redoblado sus ataques a Sánchez, insinuando que todo esto es culpa del kirchnerismo, porque, claro, en su mundo todo tiene que ver con los Kirchner. La canciller argentina, Diana Mondino, ha restado importancia al asunto llamándolo “una anécdota”, mientras que el portavoz gubernamental, Manuel Adorni, lo ha atribuido a roces “personales” entre Milei y Sánchez, como si se tratara de una pelea de patio de colegio.
Así que aquí estamos, en pleno torneo diplomático de tenis, con Milei sirviendo para ganar el set y Sánchez tratando de devolver la bola con elegancia. La política internacional nunca había sido tan emocionante (ni tan absurda). ¿Quién ganará este partido? Solo el tiempo y más comentarios desatinados lo dirán.