Mientras los partidos políticos escenifican sus posturas, las negociaciones para formar el próximo Gobierno español están en un punto muerto. ¿Qué futuros se dibujan para el PP, el PSOE, Vox y otros actores clave?
En la última reunión de la Diputación Permanente del Congreso, los partidos políticos de España marcaron claramente sus posturas, pero sin evidencia de avance alguno en las cruciales negociaciones para formar el próximo Gobierno.
Durante la reunión, se discutieron medidas diversas, desde la prórroga de las rebajas en transporte y alimentos hasta incentivos fiscales para la compra de vehículos eléctricos y el derecho al olvido oncológico. Pero también fue un momento para que los partidos delinearan sus posiciones respecto a la formación del próximo Gobierno.
Vox, por ejemplo, con Iván Espinosa de los Monteros al frente, sugirió que no obstruirían la elección de Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular (PP), si este logra el apoyo de “algunos socialistas buenos”. Aunque Cuca Gamarra, del PP, agradeció el gesto, rechazó la idea de negociar individualmente con los diputados del PSOE, instando al partido a no bloquear la investidura de Feijóo.
Mientras tanto, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha mantenido sorprendentemente silencioso desde las elecciones del domingo. Sin embargo, figuras históricas del partido, como Nicolás Redondo Terreros, han pedido un acuerdo de Gobierno entre el PP y el PSOE.
Pese a las discrepancias, se sabe que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya están buscando activamente un acuerdo para investir a Pedro Sánchez. La negociación está en manos de María Jesús Montero y Félix Bolaños.
Como el telón de fondo de un gran drama político, estos movimientos son fascinantes. Pero la gran pregunta permanece: ¿Lograrán estos actores políticos romper el estancamiento y formar un Gobierno viable? El tiempo, como siempre, será el juez.