Leía hoy en un periódico de tirada nacional (no voy a dar el nombre para no caer en prejuicios partidistas, que existen, ya que la neutralidad del periodismo en España… pero en este caso lo importante es la noticia, no la fuente, y que podamos sacar nuestras propias conclusiones), que los inspectores de Hacienda, si esa que “somos todos”, se embolsan hasta 32000€ en bonus (lo que supone hasta el 25% de su salario). Además, este importe no se retrotrae si el expediente no prospera y más del 50% de las investigaciones que se reclaman no llegan a buen puerto. A esto vamos a sumarle que “el fisco” no aclara ni el sistema de reparto, ni los puntos a tener en cuenta… nada, y eso que hay una sentencia judicial que lo indica.
De aquí vamos a extraer algunos puntos clave:
- Los inspectores de hacienda tienen, por lo que se puede deducir, un salario medio de 128000€… lo cual me parece, un buen salario (no vamos a indicar que no se lo merezcan… pero vamos… no sé… ).
- Da igual cómo hagan su trabajo (que no vamos a indicar que lo hagan mal, como el punto anterior, cobrando ese salario, supongamos que lo harán bien) sino que, además, aunque lo hagan mal o persigan causas dudosas, se les premiará igual.
- La presión fiscal en “este nuestro país” es elevadísima (para particulares y empresas… no digamos además para autónomos), pero además se incentiva el perseguir “fantasmas”, aunque se demuestre que no existan (y no digo que no existan, sino que, si se demuestra que era una sábana colgada en un tendal… no te lleves la recompensa).
- Hacienda somos todos, y todos debemos ser transparentes y facilitar toda la información pertinente a la misma… meno ellos (y aquí se me viene a la cabeza el “Quis custodiet ipsos custodes?”, por lo que se ve, nadie).
- Sentencias judiciales… ¿pero para qué sirven? A mi si me lo explica alguien… hasta lo agradezo.
Y no sigo, pero la verdad… le veo lagunas al sistema Español de Hacienda ¿o no?
PD: Otro día hablamos del sistema de funcionariado… gente con muchos “derechos”, pocas “obligaciones”, ningún “objetivo”, cero “seguimiento”, nula “productividad” y en constante crecimiento. Ah, que se me olvidaba, la Agencia Tributaria ha incrementado el número de funcionarios para “inspector de Hacienda” (y no me extraña si este es el escenario, tonto el último).