Un tiroteo devastador ocurrido el martes 4 de febrero de 2025 en un centro educativo para adultos en la ciudad sueca de Örebro ha dejado al menos 11 muertos, según informaron las autoridades locales. El ataque, que ocurrió a las 12:30 hora local, conmocionó a la nación y ha sido catalogado como el peor tiroteo de masas en la historia reciente de Suecia.
El incidente tuvo lugar en el Campus Risbergska, una escuela orientada a adultos, ubicada a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo. Las primeras informaciones indicaron que el tirador, cuya identidad aún no ha sido confirmada oficialmente, fue uno de los fallecidos, según declaró Roberto Eid Forest, jefe de la Policía de Örebro, en una rueda de prensa. No obstante, aún no se ha podido precisar el número exacto de heridos, ya que algunos de ellos fueron trasladados a hospitales cercanos con diversas heridas.
De acuerdo con las autoridades, el presunto autor del tiroteo no tenía antecedentes penales ni estaba relacionado con organizaciones criminales o terroristas, lo que hace aún más desconcertante el motivo de su acción. Según los informes iniciales, la Policía sueca no tenía registro previo sobre el individuo y se cree que actuó solo, sin ninguna red de apoyo, lo que refuerza la idea de que este trágico evento fue un acto aislado.
En el momento del ataque, el centro educativo estaba llevando a cabo exámenes, y, por suerte, el número de alumnos presentes era menor al habitual, ya que muchos ya se habían ido a sus hogares tras finalizar sus pruebas. A pesar de la menor presencia de estudiantes, el caos generado por el tiroteo fue indescriptible, y la Policía de Örebro comenzó rápidamente una operación de evacuación, protegiendo a los profesores y alumnos que se encontraban en otras escuelas cercanas.
Seis personas heridas han sido ingresadas en el hospital universitario de Örebro, dos de ellas en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos, mientras que las otras se encuentran estables, según el reporte oficial de Radio de Suecia. Las autoridades médicas han destacado que tanto el personal de emergencias como los médicos del hospital actuaron rápidamente para atender a las víctimas, evacuando las urgencias y acondicionando otras áreas del hospital para hacer frente a la magnitud de los heridos.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, se pronunció al respecto con profunda consternación, calificando lo sucedido como “una violencia mortal brutal contra personas completamente inocentes”. En sus declaraciones, Kristersson expresó que la violencia del ataque es “difícil de aceptar” y mostró su “pena sin fin” por lo ocurrido. “Hoy es un día muy doloroso para toda Suecia”, dijo el mandatario, quien también subrayó que el ataque ha dejado una marca indeleble en la sociedad sueca.
“Este es el peor tiroteo de masas en la historia sueca”, añadió Kristersson, reconociendo que el impacto emocional y psicológico que ha causado el suceso en la población es enorme. El mandatario también afirmó que, en estos momentos, no hay indicios de que puedan producirse más atentados, lo que ha generado un poco de alivio entre los ciudadanos y las autoridades.
La policía de Örebro ha logrado contener la situación rápidamente, asegurando que no se trata de un atentado organizado ni tiene vinculación con grupos terroristas internacionales. Sin embargo, el hecho de que este tipo de violencia no estuviera relacionado con organizaciones conocidas ha planteado aún más interrogantes sobre la salud mental del autor y los posibles desencadenantes del ataque.
El suceso también ha provocado un gran debate en la sociedad sueca sobre la seguridad en los centros educativos y las políticas de control de armas. Aunque Suecia tiene una de las tasas más bajas de violencia armada en Europa, este trágico acontecimiento ha puesto en primer plano la necesidad de revisar las políticas de prevención y respuesta a incidentes de este tipo, así como la atención a los factores que podrían estar detrás de estos actos de violencia.
En los días siguientes, las autoridades han asegurado que continuarán con las investigaciones para esclarecer todos los detalles del tiroteo, incluida la posible motivación detrás del ataque, y se espera que la policía realice más arrestos si se descubre alguna conexión con otras personas o grupos involucrados.
Los residentes de Örebro y el resto de Suecia continúan con la incertidumbre y el dolor, mientras el país se enfrenta a una tragedia que ha sacudido a todos. Los esfuerzos por garantizar la seguridad de la comunidad escolar y el bienestar de los afectados seguirán siendo prioritarios mientras las autoridades trabajan para entender cómo un evento tan devastador pudo ocurrir en una sociedad generalmente considerada pacífica.