La Audiencia Provincial de Madrid ha fijado para el próximo miércoles, 2 de abril, el juicio contra Carlo Ancelotti, actual entrenador del Real Madrid, acusado de defraudar más de un millón de euros a Hacienda. La Fiscalía pide para él una pena de cuatro años y nueve meses de prisión, además del pago de multas que ascienden a más de tres millones de euros. El motivo de la acusación es la supuesta omisión de los rendimientos obtenidos por sus derechos de imagen en los ejercicios fiscales de 2014 y 2015, utilizando un entramado de sociedades con el objetivo de evitar tributar en España.
El caso se centra en la estructura que Ancelotti habría utilizado para gestionar sus derechos de imagen mientras residía en España. Según la Fiscalía, el entrenador italiano, que firmó su primer contrato con el Real Madrid en 2013 y fijó su residencia en Madrid, solo declaró en sus impuestos los ingresos derivados de su salario como entrenador, omitiendo los rendimientos procedentes de la cesión de su imagen al club y a diversas marcas. Se estima que esta maniobra le permitió eludir el pago de 1.062.079 euros en impuestos.
El ministerio público sostiene que Ancelotti creó un complejo entramado de fideicomisos y sociedades con sede fuera de España para ocultar sus ingresos reales y evitar tributar por ellos. En concreto, se le acusa de haber simulado la cesión de sus derechos de imagen a la entidad Vapia Limited en julio de 2013, con un contrato de diez años y un valor de 25 millones de euros. Posteriormente, este contrato se modificó, reduciendo su duración a tres años y fijando el pago en un millón de euros anuales.
Además, la Fiscalía señala que en su contrato con el Real Madrid se especificaba que el club adquiría el 50% de los derechos de imagen de Ancelotti entre 2013 y 2015. Sin embargo, en 2016, el técnico notificó que la entidad Vapia LLP –distinta de Vapia Limited– era la titular de sus derechos de imagen hasta 2023, generando aún más confusión sobre la estructura utilizada para gestionar estos ingresos.
Según los cálculos de Hacienda, Ancelotti ingresó 1.249.590 euros por derechos de imagen en 2014 y 2.959.768 euros en 2015 sin tributar por estas cantidades. Además, el entrenador tampoco declaró la propiedad de dos inmuebles situados en el extranjero. Ante estas irregularidades, la Agencia Tributaria tuvo que recurrir al embargo para cobrar la deuda, incluyendo un recargo de 243.593 euros y otros 47.298 euros por intereses de demora.
El caso de Ancelotti no es el primero en el mundo del fútbol. Otros entrenadores y jugadores han sido investigados en España por el uso de estructuras similares para gestionar sus derechos de imagen y evitar tributar en el país. La diferencia en este caso es que la Fiscalía ha solicitado una pena de prisión superior a cuatro años, lo que pone en una situación complicada al técnico del Real Madrid.
El juicio del próximo miércoles será clave para determinar si Ancelotti es declarado culpable y si deberá afrontar la pena de prisión que solicita la Fiscalía. Mientras tanto, el entrenador sigue centrado en la temporada con el Real Madrid, aunque esta acusación podría tener repercusiones tanto en su imagen pública como en su futuro en el club.