El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Perte de Construcción Industrializada, con una dotación total de 1.300 millones de euros y el objetivo de revolucionar el modelo de edificación en España, priorizando el acceso a la vivienda asequible y sostenible.
La gran mayoría de los fondos, 1.000 millones, serán créditos gestionados a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y estarán destinados exclusivamente a la construcción de viviendas a precios asequibles, ya sea para venta o alquiler. El resto, 300 millones, se destinarán a reforzar financieramente a las empresas del sector, especialmente aquellas que desarrollan métodos constructivos industrializados.
El Ministerio de Vivienda, junto con una comisión interministerial, será el encargado de definir los criterios financieros de los préstamos y de velar porque se dirijan al impulso de un modelo constructivo que en España apenas representa el 5% de las viviendas, muy por detrás de países como Alemania o Países Bajos, donde este tipo de edificación supone ya un 20%.
El Gobierno tiene como meta construir 15.000 viviendas industrializadas al año, con el objetivo de alcanzar las 20.000 a final de la década. Este sistema permitiría reducir los plazos de construcción entre un 20% y un 60%, y contribuiría a mejorar la eficiencia energética, el impacto medioambiental y la sostenibilidad de los nuevos desarrollos.
Además, el Perte también busca mejorar el acceso a financiación bancaria para este tipo de viviendas, ya que actualmente los elementos industrializados no son aceptados habitualmente como garantía crediticia por parte de los bancos. El plan también pretende dar respuesta al debilitamiento de la inversión del sector promotor debido a años de desapalancamiento financiero.
Otro eje clave del Perte es modernizar el sector de la construcción, haciéndolo más atractivo para jóvenes y mujeres, mejorando las condiciones laborales y reduciendo la penosidad de los trabajos. Para ello, el Ministerio de Vivienda trabajará conjuntamente con el Ministerio de Educación y Formación Profesional y la Fundación Laboral de la Construcción, con el fin de actualizar la formación profesional y atraer nuevo talento.
Finalmente, el plan contempla la creación de la Ciudad de la Industrialización de la Construcción, que se ubicará en terrenos públicos de Sepes en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Puerto de València. Este espacio será un centro de innovación y referencia en tecnologías constructivas industrializadas, conectado también con otras políticas como la descarbonización o la economía circular.
Según las previsiones del Ejecutivo, el retorno económico del Perte podría ser 2,4 veces superior a la inversión pública inicial, sin contar con la aportación de capital privado.
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