Parece que la historia se repite, y en este caso no hablamos de una repetición en la parrilla de la televisión. ¡No! Hablamos de que el Gobierno, en su imparable carrera por gestionar crisis, ha decidido jugar al “copy-paste” de la pandemia para enfrentar la DANA. Si pensábamos que las tormentas de 2020 habían sido solo un ensayo general, nos equivocábamos. ¿Qué mejor que aplicar las mismas recetas para nuevas catástrofes naturales?
Pedro Sánchez, el presidente más experimentado en crisis (y el menos conocido por sus vacaciones largas), ya ha demostrado en su rueda de prensa del pasado martes que no hay calamidad tan grande que no se pueda manejar con un poco de “cogobernanza” y unas ayudas directas. ¡Viva la fórmula mágica! ¿Y qué más da si se trata de un volcán, una pandemia o una tormenta tropical con nombre de banda de rock? En Moncloa, la respuesta es clara: aplicar el mismo modelo de gestión y, sobre todo, no olvidar a los pequeños empresarios y autónomos, que, como siempre, necesitan la “ayudita” del gobierno.
Y si en la pandemia hubo ERTEs, ¿por qué no repetirlos ahora? “Lo que funcionó antes, volverá a funcionar”, se aseguran en el Ministerio de Empleo, mientras nos dicen que, por supuesto, están consultando con todos los agentes sociales. ¡No vaya a ser que se nos olvide incluir a alguien, claro! Mientras tanto, Yolanda Díaz se regodea en el déjà vu que trae consigo la misma receta de siempre, aunque, eso sí, ahora con un toque más “democrático”, como los cojines que tienen en el despacho: se cambian por el gusto del momento, pero la esencia sigue siendo la misma.
El otro gran paralelismo con la pandemia, claro está, son los bulos. Porque, ¿quién no disfruta de una buena fake news cuando se habla de crisis, muertos imaginarios o inundaciones catastróficas? Como si los ciudadanos no tuviéramos ya suficiente con el caos real, llegan las versiones ficticias que, como un buen virus, se propagan rápidamente por redes sociales, sobre todo si provienen de países lejanos como la India. ¿Y qué mejor que un falso apocalipsis en el parking de un centro comercial para alimentar las fantasías? Si no hay muertos, pues inventemos que los hay. Así de sencillo.
Por supuesto, los comparecientes técnicos, tan serios y profesionales como Fernando Simón, no podían faltar. Acompañados de militares, policías y hasta expertos en catástrofes naturales, todos se alinean bajo el lema “el Gobierno siempre se apoya en lo técnico y lo científico”, porque cuando las cosas se ponen feas, la gente necesita saber que hay alguien con un título universitario (preferentemente en crisis globales) para darles esperanza.
En resumen, el Gobierno sigue siendo el gran arquitecto de las crisis. En vez de salir de una, ya tiene planificada la próxima. ¡Abran paso que aquí no se para! Y, como siempre, si en la primera pandemia no se les cuestionó, ¿por qué no seguir con la misma jugada ahora? Eso sí, ahora con un par de medidas de ayuda, un poco de “cogobernanza” y, claro, un toque de noticias falsas para aderezar la mezcla.