Como si de un cuento de hadas se tratara, Begoña Gómez ha logrado lo que muchos consideran un milagro académico. Sin ser catedrática, ni doctora, ni tener un título universitario oficial, ha conseguido una cátedra. No, no es un error tipográfico, ni una broma. Es la pura realidad en la España contemporánea, donde los esfuerzos y sacrificios de miles de estudiantes y académicos quedan eclipsados por el poder de un contacto adecuado.
El Proceso Místico de la Moncloa
La historia de esta cátedra extraordinaria supuestamente comienza cuando el Rector de una prestigiosa universidad fue convocado al palacio de la Moncloa. Según se cuenta, en una reunión llena de misterio y probablemente algo de magia, surgió una cátedra para Begoña Gómez. No se sabe si hubo pociones, conjuros o simplemente una llamada de alto nivel, pero lo que sí es seguro es que, de repente, una cátedra apareció para ella, rompiendo con todos los esquemas conocidos hasta el momento.
La Paradoja del Esfuerzo Académico
Este acontecimiento nos lleva a cuestionar la validez de los esfuerzos que tantos jóvenes y académicos hacen en nuestro país. Personas que pasan años esforzándose para sacar adelante sus estudios, luchar por un doctorado, y tal vez, si tienen suerte, alcanzar la cátedra. Pero parece que todos esos esfuerzos son en vano si no tienes alguien en tu entorno con suficiente poder para conseguir lo que quieras con una simple llamada.
El Valor del Mérito
Es irónico ver cómo en una nación que valora el esfuerzo y el mérito académico, una cátedra puede surgir de la nada para alguien que no cumple con ninguno de los requisitos tradicionales. ¿De qué sirve entonces el arduo camino de la formación académica? ¿Para qué pasar noches en vela estudiando, investigando y publicando, si al final del día, lo único que necesitas es un contacto con el poder necesario?
La Lección de Begoña Gómez
La “cátedra” de Begoña Gómez nos deja una lección clara: en el mundo académico español, a veces, la magia y los contactos pesan más que el mérito y el esfuerzo. Mientras miles de estudiantes siguen esforzándose para conseguir sus títulos y los académicos luchan por financiar sus proyectos y poner en marcha nuevos másteres, parece que el verdadero truco está en tener el número de teléfono correcto (o el familiar adecuado…). La moraleja de esta lección sería que el esfuerzo mejor enfocado sería el de buscarse contactos con poder y no dedicar tanto esfuerzo a estudiar y a investigar en cosas que aporten valor a la sociedad… Que cada uno saque sus conclusiones sobre si esta es la lección adecuada para las generaciones actuales y venideras y para el devenir del país.
Un País de Contradicciones
España es un país de contrastes y contradicciones, y la historia de Begoña Gómez y su cátedra es un ejemplo perfecto de ello. Mientras algunos siguen luchando y esforzándose por alcanzar sus metas académicas, otros simplemente se suben al carro de los privilegios y contactos. Es una situación que invita a la reflexión sobre los valores y prioridades de nuestra sociedad.
La “cátedra” de Begoña Gómez es un recordatorio de que, a veces, la realidad supera a la ficción y que en el palacio de la Moncloa, los milagros son posibles.