La Segunda Guerra Mundial dejó tras de sí innumerables historias de espionaje, valentía y traiciones. Sin embargo, muchas de ellas han permanecido en las sombras, especialmente cuando sus protagonistas fueron mujeres. Ese es el caso de Larissa Swirski, una noble rusa que escapó de la Revolución de 1917 y terminó convirtiéndose en espía doble en el Campo de Gibraltar, uno de los puntos más estratégicos del conflicto. Su historia, narrada por su propia hija, Liana Romero, cobra vida en el documental Reina de Corazones, que actualmente se rueda en Cádiz.
Larissa Swirski, nacida en Odessa y emparentada con los Romanov, llevó una vida digna de una novela de espías. Huyó de Rusia, vivió en Berlín y París, se codeó con Salvador Dalí y Coco Chanel, y terminó en Andalucía tras casarse con un militar español. Su destino cambió cuando fue reclutada por los nazis, quienes la convencieron de que su labor serviría para vengar a su familia, víctima de los bolcheviques. Su misión consistía en infiltrarse en Gibraltar y recopilar información clave para los ataques alemanes.
Pero el papel de Larissa como espía no era convencional. Para evitar sospechas, solía viajar con su hija de once años, Liana, quien servía de tapadera perfecta. Madre e hija vivieron momentos de gran peligro, como el día en que fueron detenidas en la aduana británica y Larissa tuvo que esconder una diminuta cámara en la bota de su hija. En otra ocasión, mientras espiaban un portaviones británico, estuvieron a punto de ser capturadas, pero lograron escapar con la excusa de una invitación para el té.
Con el tiempo, Larissa descubrió el horror del nazismo a través del testimonio de su hermana, lo que la llevó a cambiar de bando y comenzar a colaborar con los aliados. Su trabajo como agente doble ayudó a frustrar la “Operación Félix”, el plan de Hitler para invadir Gibraltar con el apoyo del régimen franquista. Pero los nazis comenzaron a sospechar de ella y le tendieron una trampa: un supuesto viaje a Argentina que en realidad era una sentencia de muerte. Gracias a la inteligencia aliada, Larissa evitó abordar aquel barco y terminó su carrera como espía en Sevilla, donde vivió el resto de su vida en silencio sobre su pasado.
El documental Reina de Corazones no solo rescata la increíble vida de Larissa Swirski, sino que también pone en evidencia el papel de las mujeres en la historia del espionaje, muchas veces silenciado. Como señala la historiadora Ana Aranda, estos relatos permiten combatir “el borrado de las mujeres en la historia” y recordar que, aunque invisibles en los libros de texto, ellas también fueron piezas clave en los grandes acontecimientos del siglo XX.