En el último episodio de la serie política “Ministerios en Tensión”, Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, ha lanzado una bomba: asegura que no todo el Gobierno está de acuerdo con la tan discutida reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Según Díaz, el Ministerio de Economía, dirigido por Carlos Cuerpo, ha bloqueado el debate sobre esta medida, lo que ha encendido los ánimos en el Consejo de Ministros. ¿Intrigas ministeriales o simplemente diferencias técnicas? Aquí entramos en terreno de puro drama político.
Díaz, con la pasión de quien defiende su obra maestra, asegura que Economía ha enviado una carta vetando la discusión en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos. Para ella, esto no es solo un obstáculo burocrático, sino un acto de deslealtad hacia los acuerdos firmados entre PSOE y Sumar, y hacia los sindicatos que han trabajado durante meses en esta propuesta. Con declaraciones como “No comparto la política de promesas incumplidas”, la ministra de Trabajo se asegura de que su mensaje llegue alto y claro.
Sin embargo, en esta telenovela de tintes políticos, la otra parte no se queda callada. Desde el Ministerio de Economía, las respuestas han llegado con la precisión de un guionista experimentado. “Es falso”, han declarado fuentes oficiales, asegurando que, lejos de bloquear, lo que buscan es un debate profundo y bien fundamentado, dada la importancia de la medida. Vamos, que para ellos todo es una cuestión de tiempos y procedimientos, no de oposición.
La tensión es palpable. Por un lado, Díaz exige que se respete lo acordado y se avance con rapidez; por otro, Cuerpo y su equipo insisten en que la trascendencia de la medida requiere un análisis detallado y la participación de todos los ministerios económicos. Al final, el público, es decir, nosotros, se queda en medio de este cruce de declaraciones y espera ver cómo se desenvuelve este conflicto digno de una serie de suspenso político.
¿Habrá reconciliación ministerial o continuaremos viendo nuevos capítulos de esta saga? Una cosa es segura: el desenlace promete más giros inesperados y discursos apasionados.