El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha presentado en Madrid su plan para que Catalunya recupere el liderazgo económico en España. Lo ha hecho en una conferencia en el Círculo de Bellas Artes titulada “Catalunya lidera”, donde ha reivindicado un modelo basado en la “prosperidad compartida” en contraposición a lo que ha calificado como “acumulación insolidaria”, un concepto que, sin mencionarla directamente, parece referirse a la política económica impulsada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El acto contó con la presencia de destacadas figuras del Gobierno de Pedro Sánchez, como la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, además de empresarios y líderes sindicales como Unai Sordo, secretario general de CCOO.
Durante su intervención, Illa subrayó la necesidad de optar entre dos modelos económicos claramente diferenciados: “El contraste es claro, avanzar de la mano de todos o dejar amplios colectivos al margen”. En este sentido, defendió la apuesta por un sistema que conciba los servicios públicos como inversiones y no como gastos a recortar, promoviendo la transformación social en lugar de la resignación.
El president destacó que el modelo de “prosperidad compartida” fortalece el crecimiento y la cohesión social, mientras que la “acumulación insolidaria” debilita el tejido económico y genera fracturas dentro de la sociedad. En este contexto, reafirmó la voluntad de Catalunya de ser un actor clave dentro de la economía española: “Queremos estar en la sala de máquinas de España con este modelo”.
Illa aprovechó su intervención para enviar un mensaje a los empresarios y políticos madrileños: “Pido a Madrid que nadie tenga miedo a Catalunya. Si a Catalunya le va bien, a España le va bien”. Además, hizo un llamamiento a la colaboración entre territorios, subrayando que tanto Catalunya como Madrid deben asumir la responsabilidad de ser los principales motores económicos del país.
En un contexto internacional incierto, Illa aseguró que Catalunya “estará a la altura de las circunstancias”, garantizando estabilidad política y seguridad jurídica para atraer inversiones. “Las tornas han cambiado. Hoy tenemos una política respetuosa y un músculo inversor adecuado”, afirmó, destacando el retorno de muchas grandes empresas a Catalunya en los últimos meses.
El president también puso en valor los últimos datos económicos, que reflejan un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,6% en el último año. Según Illa, estos indicadores confirman que la recuperación económica de Catalunya es una realidad y que el territorio vuelve a ejercer un liderazgo empresarial y social dentro de España.
Su discurso refuerza la idea de que Catalunya busca consolidarse como un referente económico con una estrategia basada en la cohesión y la justicia social, diferenciándose así de otros modelos económicos dentro del país. El debate entre ambas visiones sigue abierto y marcará el futuro de la política económica en España en los próximos años.